Especie muy común en toda la Península Ibérica sin llegar a superar los 1600m de altitud, vuela en campos abiertos, cultivados o no y en huertos donde abundan las crucíferas de las que se alimentan sus orugas. La primera generación aparece en abril y la segunda en todo el verano. Las hembras depositan sus huevos aisladamente en el envés de las hojas de las plantas de las que se alimentarán las orugas: Brassica napus, B. olerácea, Cardamine pratensis, Sisymbrium irio, de otras crucíferas de los géneros Sinapis y Barbarea y en ocasiones de resedáceas como Reseda odorata. Las orugas muy estáticas son de color verdoso con una vellosidad blanquecina y tan solo los estigmas laterales están rodeados de una mancha amarilla. Crisálida de color grisáceo y bastante angulosa, con una prominencia torácica.
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